Felipe III (1598-1621), hijo y
sucesor de Felipe II, inaguró una nueva etapa política de los Austrias
españoles. Tanto él como sus sucesores renunciaron a ejercer
personalmente el gobierno, que pasó a manos de ministros omnipotentes,
los validos o privados.
Felipe III tuvo un breve y, en
general, pacífico reinado. Entregó el gobierno al duque de Lerma, que
propició la firma de la Tregua de los doce años(1609), que reconocía de
hecho la independiencia del Norte de ls Países Bajos, más tarde
denominado Provincias Unidas de Holanda.
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