A medida que avanzaba la Reconquista, los distintos reinso de taifas
fueron conquistados por Castilla, excepto el reino de Granada. Así, éste
fue durante más de dos siglos el último reducto musulmán de la
Península.
Desde el año 1238, el poder en el reino de Granada estaba en manos de
una dinastía de soberanos nazarís iniciada por Muhammad I, que se
instaló en la ciudad granadina e inició la construcción de una nueva
alcazaba en la Alhambra.
Su amplia fachada marítima mantenía el reino en contacto con los
musulmanes norteafricanos y con el comercio mediterráneo. Apoyado sobre
un actividad artesanal muy próspera, el comercio marítimo fue, para el
reino de Granada, una importante fuente de riqueza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario